Mayo, el mes de las flores y de María, ha llenado nuestro colegio de momentos de profunda fe y alegría. Durante estas semanas, nuestro Hall de entrada se ha convertido en punto de encuentro para alumnos y profesores que han participado en las visitas a la Virgen.
Desde los más pequeños, con sus ofrendas, hasta los alumnos más mayores, que encontraron en estos encuentros un espacio de reflexión y serenidad, han contribuido a crear un ambiente tranquilo, de reflexión y conocimiento de la Virgen.
Estas visitas, que forman parte de la tradición de nuestro centro, no solo refuerzan nuestros valores espirituales, sino que también nos permiten hacer una pausa en la rutina diaria para conectar con lo esencial. Es un recordatorio de la importancia de la fe, la esperanza y el amor en nuestras vidas.
Agradecemos enormemente la participación de todos y en especial a todas aquellos que han colaborado con una ofrenda floral.