En las aulas de Educación Infantil, los primeros trazos marcan el inicio de una gran aventura. Los más pequeños descubren un mundo lleno de líneas, colores y movimientos. Aunque a primera vista parecen simples garabatos, estos dibujos esconden un gran aprendizaje.
Los primeros trazos son el punto de partida de la lectoescritura. En nuestras aulas, los niños los exploran con alegría y creatividad. Realizamos actividades lúdicas como dibujar en arena o pintar con pinceles grandes. También recorren caminos con vehículos y usan su propio cuerpo para crear formas. Además, estampar esponjas sobre diferentes texturas resulta una actividad familiar y divertida para ellos.




Nuestros pequeños fortalecen sus manos mediante este proceso. Esto es fundamental para mejorar su coordinación y utilizar correctamente el lápiz. Así adquieren el control necesario para escribir en el futuro. Además, cada trazo les ayuda a orientar su cuerpo en el espacio y a seguir direcciones. Descubren que sus manos pueden contar historias incluso antes de formar letras.
En esta etapa, jugar significa aprender, crear y potenciar habilidades. Por eso celebramos cada forma: levantado, dormido, inclinado, ventana o aro. Para los adultos, una línea puede parecer simple. Sin embargo, dominar los primeros trazos es un verdadero logro para nuestros alumnos.
Comprendemos lo esenciales que son estos ejercicios. Preparan a los niños para disfrutar plenamente del maravilloso mundo de la lectura y la escritura.
¡Somos increíbles construyendo el aprendizaje!

Patricia Fernández-Quejo
- Patricia Fernández-Quejo




